10 de diciembre de 2011

Y el último, ¿descansó?

Son las 9:30 h de la mañana y me acabo de levantar. Duncan sigue durmiendo. Hay silencio en la casa, la tele está apagada, me estoy tomando el cafecito tranquilamente... ¡Ay! ¡Déjame disfrutar de este momento por que será el último! Mañana regresa la gordi de sus vacaciones y volveremos a estar en planta a las 7:00 h, a tener a The Mickey Mouse Playhouse en la tele desde temprano y a desayunar a lo café en mano corriendo detrás de ella por toda la casa. Que sí, que todas adoramos a nuestras pequeñitas, pero estos días de tranquilidad ¡bien que se agradecen!

Pero no todo es relax. Como nos queda poco, tenemos que ponernos las pilas. Antes de que Alba se marchara, pensamos en aprovechar esta semana para hacer su regalo de Reyes. Algo comenté en la entrada anterior acerca de eso y creo que se pudo adivinar de lo que se trataba. ¿Estaba claro, no? Me he pasado, sin exagerar, dos meses dándole vueltas a la idea de hacerle una cocinita. Desde el principio tuve claro que no la quería comprar, pues me niego a que Alba juegue con un armatoste de plasticote, que además no tendría ningún valor, aparte de los euros que habría que pagar. Así que queríamos hacerla nosotros. Peeeeeeero, como aún no la podemos enseñar porque no está terminada, aparco el tema para otra entrada :-)

Además de dedicar la semana a la construcción de la cocinita, he aprovechado también el tiempo libre para cambiar su habitación. El primero y mayor de los cambios era, en un principio, comprarle ya una cama (sigue en cuna), pero esta idea ha tenido que ser pospuesta para el mes que viene, porque en diciembre ya no nos llega el presupuesto. Lo segundo que quería hacer era modificar su cómoda. Cuando Alba venía en camino compramos una cómoda blanca en la tienda sueca con la idea de personalizarla. En su día la decoré con tela rosa y fieltro adhesivo rojo, pero Alba ya es mayor para tanto pastelón y estos colores me daban dolor de cabeza cada vez que entraba a su cuarto. Tela nueva, pomos nuevos y job done! Me encanta, me encanta como ha quedado.

               La original                                          La de bebé


                                                  La de niña "mayor"

                                         En mi opinión, ¡parece otra!

Y lo último que he hecho es cambiar también un marco que tenía que, al igual que la cómoda, se había quedado muy desfasado. Lo compramos en la misma tienda y en su día lo aproveché para hacer un collage con las cientos de tarjetas que recibimos por parte de la familia escocesa. Aquí en España no tenemos una "cultura de tarjetas" tan arraigada, pero en Escocia ¡si no regalas una tarjeta poco menos que haces un feo! Imagínate la de tarjetas que recibimos, que compuse estos dos marcos y me sobraron un montón. Ahora los he modernizado, pinté el fondo y pegué unas postales muy alegres que compramos este verano durante el crucero que hicimos por el Báltico.




Uff, ya está bien por hoy. ¡Voy a despertar a este hombre!
¡Besos!

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